Antes de esta Copa Oro, Panamá nunca había ganado en un partido oficial a México. Ahora, en menos de un mes, ‘Los Canaleros’ ya pueden presumir de dos victorias y con idéntico resultado: 2-1. El combinado panameño, dirigido por Dely Valdés, se metió en la final de la Copa Oro, donde ya le espera Estados Unidos. De esta manera, ambas selecciones reeditarán la final que jugaron en el año 2005.
Panamá no fue mejor que México, ni siquiera controló el partido en su totalidad, pero cuando un equipo viene con tendencia ascendente y al otro le ocurre absolutamente lo contrario el resultado viene a ser este. El partido comenzó con demasiadas precauciones por ambos bandos, dejando patente que su primera intención era guarnecer bien sus defensas para que el rival no le ocasionara problemas a la contra.
Pero en este México actual cualquier precaución es poca. Así, Panamá aprovechó un grave error de la zaga azteca para hacer el primer gol en el minuto 13 de la primera parte. Blas Pérez, que es de los que rara vez desprecian los regalos, fusiló a Orozco para adelantar a los suyos. Minutos más tarde, concretamente en el 22, el Tri puso el marcador en tablas. El gol, que nació de las botas de un intermitente Marco Fabián, fue obra de Luis Montés que aprovechó un centro por la banda izquierda para rematar en plancha y hacer inútil la estirada del portero. Con el gol llegaron los mejores momentos del Tri, controlaron el esférico e incluso generaron más llegadas de peligro, pero luego el dominio se transformó en letargo y los jugadores del Chepo se olvidaron del área atacante, dejando patente, antes de encaminar el túnel de vestuarios, su falta de profundidad.
Román Torres dicta sentencia
El segundo periodo comenzó como el primero. Las largas posesiones en el centro del campo de ambos equipos mostraron que ninguno quería arriesgar más de los necesario. El equipo ‘Canalero’ empezó a quitarse la vergüenza, se fue en busca del encuentro y tuvo su premio con su segundo gol, en un tiro de esquina que remató con fuerza Román Torres, adelantando de nuevo a su equipo.
El orgullo herido de los mexicanos salió a relucir tras el gol panameño y, como bálsamo de agua fría, sacaron las fuerzas necesarias para replegar a un rival que se conformaba con jugar a la contra. México tuvo varias oportunidades para igualar el encuentro, pero los buenos reflejos del portero panameño impidieron el empate. Los minutos finales no fueron aptos para cardiacos. México atacaba con más corazón que cabeza y Panamá se defendía con todo.
Finalmente, el árbitro del partido puso punto y final a la andadura mexicana en esta Copa Oro, dejando un nuevo fracaso en otra competición importante. Por su parte, Panamá sigue a lo suyo, demostrando que el saltó de calidad que ha dado el fútbol en su país no es un pura anécdota. Ahora, su técnico, Dely Valdés buscará la revancha contra Estados Unidos en la final, pues ya perdió la de 2005 en la tanda de penaltis, en este caso como jugador.