Cuestionado en el inicio de su periodo, el técnico rosarino Marcelo Bielsa ha sabido reorganizar y dirigir al Olympique de Marsella. Hasta llevarlo en lo más alto de la Ligue 1. Indagamos en las claves de su éxito al ex director técnico de las Águilas del América.
El pasado 17 de agosto, tras la derrota en casa ante el Montpellier (0-2), las críticas contra Marcelo Bielsa arreciaban. El Olympique de Marsella venía de empatar con el Bastia en la primera jornada de Ligue 1 y en su estreno de local, lejos de reaccionar, los pupilos del “loco” se mostraron como un equipo tímido e incapaz de descifrar el funcionamiento de su nuevo técnico.
Un mes y medio después, como ya le ha ocurrido tantas veces en su carrera profesional, Bielsa ha logrado revertir en elogios lo antes criticado. Ahora, su equipo comanda la tabla de posiciones con cierta solvencia (aventaja en dos puntos al segundo clasificado, el Girondins de Bordeaux, y en cinco al París Saint-Germain) y despliega un fútbol envidiable dominado por la presión extenuante y la velocidad en la combinación, todos factores comunes en los equipos del “Loco”. Recuerda que La Ligue 1 y las mejores ligas del mundo Todas las apuestas deportivas en William Hill.
El por ahora éxito marsellés también tiene mucho que ver con la capacidad de Bielsa para adaptar el sistema a sus jugadores. El rosarino partió con un 3-3-3-1, pero tras los dos primeros partidos, decidió cambiar al 4-2-3-1, el esquema que tan buenos resultados le había dado durante su estancia en el Athletic de Bilbao o en otros equipos a los cuales ha dirigido. Los frutos no se han hecho esperar, y desde entonces su equipo acumula seis triunfos consecutivos.
Dentro de las claves de Marcelo Bielsa también destaca su indudable maestría para sacar lo mejor de cada futbolista. Bajo su dirección, jugadores que ya figuraban en la plantilla como Dimitri Payet, André-Pierre Gignac, Gianni Imbula o Nicolás N’Koulou, han experimentado una evidente mejoría y han logrado situarse a un nivel superior. El primero asiste y marca; el segundo ya es el máximo goleador de la Ligue 1; el tercero ha asumido a sus 22 años la importancia de su rol, y el cuarto ha recuperado la serenidad que le llevó a ser considerado por los grandes de Europa.
Aunque en Francia siguen creyendo que el París Saint-Germain terminará imponiendo su jerarquía, el OM espera estirar su buen momento hasta, al menos, el inicio de la Copa África. El torneo continental deberá contar con la marcha del citado N’Koulou y de, previsiblemente, Dja Djedje, Alaixys Romao, André Ayew y Abdel Barrada. Además, también parece claro que por las escasas rotaciones que propone el técnico, el conjunto termine acusando el desgaste físico que acumula en cada partido. Por ahora y hasta entonces, bendita locura la de Bielsa.