Querétaro agudizó la crisis de Guadalajara al que de nada sirvió el debut de Juan Carlos Ortega, en la dirección técnica, al caer 2-0, en partido que abrió la actividad de la fecha siete del Torneo Apertura 2013 de la Liga MX, disputado en el estadio La Corregidora.
Los goles de la victoria fueron obra del brasileño Luiz Diallisson “Apodi”, al minuto 12 y del chileno Esteban Paredes, al 33. Con este resultado, los queretanos llegaron a nueve unidades, en tanto que los tapatíos se quedaron con cuatro.
Se fue el “Maestro” Benjamín Galindo y llegó Juan Carlos Ortega, sin embargo, los cambios para bien no se dieron, únicamente modificaciones en su alineación que no sirvieron mucho y menos si se toma en cuenta que regresó a la titularidad a Héctor Reynoso, responsable del primer gol en su contra.
Además, el tema de actitud es el mismo, la mayoría de sus elementos en espera de que un cambio de sistema solucione todos sus problemas, olvidándose que ellos son los que llevan a cabo las indicaciones sobre el terreno de juego.
Desde el arranque fue evidente que no iba a ser una noche sencilla para el “Rebaño Sagrado”, que desde el primer minuto vio su portería comprometida y apenas pasado los diez ya estaban abajo en el marcador.
Un centro por izquierda por parte del colombiano Wilberto Castro al área, donde Reynoso dejó pasar el balón para que el brasileño Luiz Diallisson “Apodi” conectara un cabezazo abajo, que se coló pegado al poste derecho, al minuto 12.
Chivas tardó en meterse al juego, pero lo pudo hacer durante algunos minutos e inclusive estuvo cerca del empate en una gran jugada que culminó con un cabezazo de Aldo de Nigris, que el guardameta Edgar Hernández en un excelente recorrido le metió la mano para mandar a tiro de esquina.
Eso, sin embargo, no fue suficiente para detener a los de casa que aumentaron su ventaja en una gran jugada que arrancó en medio campo donde George Corral, se quitó a un rival para ir al frente y filtrar para Esteban Paredes, quien abrió para Mario Osuna que le regresó la pared al chileno que, en aparente fuera de lugar, sólo tuvo que empujar al fondo de las redes y poner el 2-0, al minuto 33.
En el complemento, Ortega movió sus piezas, ordenó el ingreso de Marco Fabián de la Mora y de Miguel Sabah, el primer para poner más balones a frente, mientras que el segundo para intentar tener más presencia en el área.
El problema es que con tres centros delanteros el equipo careció de elementos para surtir de balones y pocas fueron las opciones en las que pudieron inquietar a Edgar Hernández.
Una de ellas en un gran balón filtrado de Marco Fabián para Sabah, quien apenas punteó el esférico ante la atinada salida de Hernández. Y la otra, a siete minutos del final en un cabezazo de Aldo que el guardameta alcanzó a “arañar” para mandar el balón a la base del poste.
No hubo más, los de casa no permitieron ningún susto para así salir con un importante triunfo sobre unas Chivas, que parece no tener cura hasta que hagan un verdadero examen de conciencia desde la más alta cúpula hasta muchos jugadores que no merecen portar esta camiseta, la cual arrastran, sin importarles su gran historia.
